El antiguo ghetto de Praga ocupa una parte del barrio de Staré Město. En checo se denomina a este barrio como Josefov y se debe a que en tiempos, estuvo dedicado al emperador José II por las transformaciones que había hecho en él.
Las asentaciones de los judíos en Praga comenzaron en torno al s. X; en el s. XVII contaba con más de 7.000 residentes. La comunidad judía no tuvo una vida fácil debido a las persecuciones, los incendios y los saqueos que se sucedieron de forma puntual. En el s. XVIII un decreto de la emperatriz María Teresa de Habsburgo determinaba la expulsión de los judíos.
En la segunda mitad del mismo s. XVIII, el emperador José II hizo demoler las murallas del Ghetto reestructurando administrativamente el barrio judío, llamado desde entonces Josefov en su honor. Pero sólo en 1848, les fueron reconocidos sus derechos cívicos a los judíos.
Los años de la ocupación nazi de Praga (1939-45) marcaron, sin duda, el periodo más terrible para la comunidad judía. Algunos cálculos indican que el número de judíos, bohemios y moravos que sucumbieron durante la segunda guerra mundial, alcanza el 90%.
En la actualidad, el conjunto de edificios de uso laico y religioso que, junto con el cementerio, constituyen el barrio judío, han sido transformados en una especie de gran museo al aire libre.
Las asentaciones de los judíos en Praga comenzaron en torno al s. X; en el s. XVII contaba con más de 7.000 residentes. La comunidad judía no tuvo una vida fácil debido a las persecuciones, los incendios y los saqueos que se sucedieron de forma puntual. En el s. XVIII un decreto de la emperatriz María Teresa de Habsburgo determinaba la expulsión de los judíos.
En la segunda mitad del mismo s. XVIII, el emperador José II hizo demoler las murallas del Ghetto reestructurando administrativamente el barrio judío, llamado desde entonces Josefov en su honor. Pero sólo en 1848, les fueron reconocidos sus derechos cívicos a los judíos.
Los años de la ocupación nazi de Praga (1939-45) marcaron, sin duda, el periodo más terrible para la comunidad judía. Algunos cálculos indican que el número de judíos, bohemios y moravos que sucumbieron durante la segunda guerra mundial, alcanza el 90%.
En la actualidad, el conjunto de edificios de uso laico y religioso que, junto con el cementerio, constituyen el barrio judío, han sido transformados en una especie de gran museo al aire libre.
Sobre estas líneas, podéis contemplar varias imágenes del sobrecogedor Viejo Cementerio Judío. Constituye una de las motivaciones turísticas más importantes de este barrio. Cuenta con unas 12.000 lápidas para unas 1000.000 personas que se encuentran sepultadas. Las lápidas se encuentran apiñadas unas contra otras por la falta de espacio disponible y la verdad, dan al lugar un aspecto realmente impresionante. Parece ser que en algunos lugares del cementerio se han llegado a encontrar hasta nueve niveles de sepulturas estratificadas.
El cementerio se fundó hacia la primera mitad del s. XV s mantuvo sus funciones como tal, hasta la segunda mitad del s. XVIII.
Probablemente el lugar que más merece la pena visitar junto con la sinagoga española de este antiquísimo Barrio Judío en Praga. El problema es que, la visita se desarrolla por un estrecho pasillo que circula entre las lápidas y que lleva de visita a una larga fila de curiosos y fotógrafos aficionados incluido yo, claro, que empujaban a los de delante para continuar la marcha no permitendo parar durante demasiado tiempo para poder admirar los magníficos detalles que ofrecen las lápidas y los textos en Hebreo que en ellas están tallados.
El cementerio se fundó hacia la primera mitad del s. XV s mantuvo sus funciones como tal, hasta la segunda mitad del s. XVIII.
Probablemente el lugar que más merece la pena visitar junto con la sinagoga española de este antiquísimo Barrio Judío en Praga. El problema es que, la visita se desarrolla por un estrecho pasillo que circula entre las lápidas y que lleva de visita a una larga fila de curiosos y fotógrafos aficionados incluido yo, claro, que empujaban a los de delante para continuar la marcha no permitendo parar durante demasiado tiempo para poder admirar los magníficos detalles que ofrecen las lápidas y los textos en Hebreo que en ellas están tallados.
Bajo estas líneas, podéis contemplar una imagen de las Casa de las Ceremonias. Es un edificio neorrománico que se usaba para la celebración de funerales. Se encuentra en el mismo recinto que el cementerio y ahora, acoge el Museo Judío. Es parte de la visita al Barrio y requiere de entrada para poder acceder a su interior.
Las colecciones que se encuentran en el interior del museo ayudan a comprender el desarrollo de la comunidad judía en la ciudad y su cultura. A pesar de que los nazis lo quisieron convertir en el "Museo exótico de una raza extinguida", el número de objetos que en él se conservaron, aumentaron sensiblemente justo durante la ocupación de Praga.
Las colecciones que se encuentran en el interior del museo ayudan a comprender el desarrollo de la comunidad judía en la ciudad y su cultura. A pesar de que los nazis lo quisieron convertir en el "Museo exótico de una raza extinguida", el número de objetos que en él se conservaron, aumentaron sensiblemente justo durante la ocupación de Praga.
Debajo, la única imagen que pude tomar del interior de alguno de los edificios o sinagogas del Barrio Judío. No está permitido tomar fotografías en el interior de los mismos, está prohibido y grupos de vigilantes se encargan de hacer cumplir dicha prohibición. La toma de debajo está "robada" aprovechando un despiste de los vigilantes y sin mirar por el visor, apreté el "gatillo" y salió está foto aceptable del interior de la Sinagoga Klaus. Esta Sinagoga data del s. XVII.
Más adelante, y tras un largo paseo hasta la Sinagoga Española, pude encontrar la estatua dedicada a Franz Kafka. Es una estatua de bronce obra de Jaroslav Róna. La estatua se encuntra justo en la entrada a la Sinagoga Española. Sin duda la más hermosa de las sinagogas del Barrio Judío. Puedo aseguraros que su interior es hermosísimo. La pena es que, como os he comentado con anterioridad, no puede sacar ninguna fotografía. Así que os recomiendo que visitéis el enlace que he incluido para poder admirarlo.
Debajo justo de este párrafo podéis ver la Sinagoga Española. Es evidente la influencia del arte árabe en este edificio. El interior recuerda enormemente las decoraciones de la Alhambra de Granada.
La sinagoga debe su nombre a una comunidad de judíos españoles, que se trasladaron a Praga, huyendo de las persecuciones.
Justo encima, una foto de la Iglesia del Espíritu Santo. Se encuentra en el Barrio Judío pero es una iglesia cristiana. Está muy cerca de la Sinagoga Española y de la estatua de Kafka.
Bueno, y para terminar mi opinión: la zona respira historia y misterio. Praga tiene mucho, muchísimo que ver, así que si vais con poco tiempo, probablemente os diría que esta visita la dejarais para las últimas. Merecen la pena muchas otras zonas, edificios e interiores.
Explicaros, que en cualquiera de los edificios emblemáticos del barrio podréis adquirir los tickets de entrada. Os recomiendo no ir a comprarlos al cementerio, debido a las largas colas que allí encontraréis, si vais a otro edificio o sinagoga, tendréis que esperar mucho menos. Los tickets pueden ser individuales por edificio o bien, podréis adquirir una entrada de visita múltiple, es decir con esa entrada podréis entrar a varia instalaciones.
Espero que os haya gustado.
Un brazo!
Fuentes: El Libro de Oro. Praga (BONECHI - www.bonechi.com)
5 comentarios:
Grandes fotografias y magnífica narración.
Felicidades!
Genial! Excepcional!
Enhorabuena y gracias por compartir tus vivencias.
Las fotos de las lápidas impresionantes e inquietantes. Una vez mas, gracias "Mari"
Increible ciudad!! Su belleza es incalculable.
Lo mínimo es visitarla dos veces en la vida, una en Verano y otra en Invierno. De ese modo se puede conocer las dos cara de esta maravillosa ciudad.
Enhorabuena por el blog, nos invitas a viajar y a soñar.
Gracias
Muchas gracias a tod@s por vuestros comentarios.
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