Es curioso ver cómo a veces los animales salvajes, pueden llegar a comportarse al adquirir malos hábitos. Hoy voy a presentaros a un zorro con el que me encuentro casi todas las mañanas cuando llego al trabajo.
Este zorro ha sabido ganarse el afecto de muchos de los que trabajamos allí y ha logrado conseguir magníficas prebendas en forma de alimentos de todo tipo, con los que le agasajamos los que nos cruzamos con él.
Lo bueno, para nosotros supone un momento estupendo para disfrutar de la compañía de un animal considerado salvaje y, en la mayoría de las ocasiones, poco amigo de la compañía humana. Lo malo, la gran cantidad de conejos que habitan igualmente en la zona, en masa, debido al poco interés que muestra el zorro por correr tras ellos para poder alimentarse. Y no tengo nada en contra de los conejos, que conste.
Este zorro ha sabido ganarse el afecto de muchos de los que trabajamos allí y ha logrado conseguir magníficas prebendas en forma de alimentos de todo tipo, con los que le agasajamos los que nos cruzamos con él.
Lo bueno, para nosotros supone un momento estupendo para disfrutar de la compañía de un animal considerado salvaje y, en la mayoría de las ocasiones, poco amigo de la compañía humana. Lo malo, la gran cantidad de conejos que habitan igualmente en la zona, en masa, debido al poco interés que muestra el zorro por correr tras ellos para poder alimentarse. Y no tengo nada en contra de los conejos, que conste.
2 comentarios:
Que gozada de animal.
Que lustre !
Y se deja hacer fotos con el flash?
¡Cómo va a correr detrás de los conejos si tiene asegurado el "papeo"! Jajajaja. En un par de meses además de lustroso estará gordito. Saludos, Alfonso.
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