La Cibeles, Madrid

La ciudad donde crecí y que llevaré siempre en mi corazón. Volveré.

Rosa Rosam Rosae

Flora,en la mitología romana, era la diosa de las flores, los jardines y la primavera.

Gotas de agua

La naturaleza, lo más hermoso que tenemos y que no hemos creado. Simplemente está ahí.

Mariposas

Hermoso ser nacido de un simple gusano, extraño.

Gales Wales Cymru

Marcado de por vida por esos campos verdes.

21 abril 2013

Praga - Barrio Judío

El antiguo ghetto de Praga ocupa una parte del barrio de Staré Město. En checo se denomina a este barrio como Josefov y se debe a que en tiempos, estuvo dedicado al emperador José II por las transformaciones que había hecho en él.

Las asentaciones de los judíos en Praga comenzaron en torno al s. X; en el s. XVII contaba con más de 7.000 residentes. La comunidad judía no tuvo una vida fácil debido a las persecuciones, los incendios y los saqueos que se sucedieron de forma puntual. En el s. XVIII un decreto de la emperatriz María Teresa de Habsburgo determinaba la expulsión de los judíos.

En la segunda mitad del mismo s. XVIII, el emperador José II hizo demoler las murallas del Ghetto reestructurando administrativamente el barrio judío, llamado desde entonces Josefov en su honor. Pero sólo en 1848, les fueron reconocidos sus derechos cívicos a los judíos.

Los años de la ocupación nazi de Praga (1939-45) marcaron, sin duda, el periodo más terrible para la comunidad judía. Algunos cálculos indican que el número de judíos, bohemios y moravos que sucumbieron durante la segunda guerra mundial, alcanza el 90%.

En la actualidad, el conjunto de edificios de uso laico y religioso que, junto con el cementerio, constituyen el barrio judío, han sido transformados en una especie de gran museo al aire libre.





Sobre estas líneas, podéis contemplar varias imágenes del sobrecogedor Viejo Cementerio Judío. Constituye una de las motivaciones turísticas más importantes de este barrio. Cuenta con unas 12.000 lápidas para unas 1000.000 personas que se encuentran sepultadas. Las lápidas se encuentran apiñadas unas contra otras por la falta de espacio disponible y la verdad, dan al lugar un aspecto realmente impresionante. Parece ser que en algunos lugares del cementerio se han llegado a encontrar hasta nueve niveles de sepulturas estratificadas.

El cementerio se fundó hacia la primera mitad del s. XV s mantuvo sus funciones como tal, hasta la segunda mitad del s. XVIII.

Probablemente el lugar que más merece la pena visitar junto con la sinagoga española de este antiquísimo Barrio Judío en Praga. El problema es que, la visita se desarrolla por un estrecho pasillo que circula entre las lápidas y que lleva de visita a una larga fila de curiosos y fotógrafos aficionados incluido yo, claro, que empujaban a los de delante para continuar la marcha no permitendo parar durante demasiado tiempo para poder admirar los magníficos detalles que ofrecen las lápidas y los textos en Hebreo que en ellas están tallados.

Bajo estas líneas, podéis contemplar una imagen de las Casa de las Ceremonias. Es un edificio neorrománico que se usaba para la celebración de funerales. Se encuentra en el mismo recinto que el cementerio y ahora, acoge el Museo Judío. Es parte de la visita al Barrio y requiere de entrada para poder acceder a su interior.

Las colecciones que se encuentran en el interior del museo ayudan a comprender el desarrollo de la comunidad judía en la ciudad y su cultura. A pesar de que los nazis lo quisieron convertir en el "Museo exótico de una raza extinguida", el número de objetos que en él se conservaron, aumentaron sensiblemente justo durante la ocupación de Praga.


Debajo, la única imagen que pude tomar del interior de alguno de los edificios o sinagogas del Barrio Judío. No está permitido tomar fotografías en el interior de los mismos, está prohibido y grupos de vigilantes se encargan de hacer cumplir dicha prohibición. La toma de debajo está "robada" aprovechando un despiste de los vigilantes y sin mirar por el visor, apreté el "gatillo" y salió está foto aceptable del interior de la Sinagoga Klaus. Esta Sinagoga data del s. XVII.


Más adelante, y tras un largo paseo hasta la Sinagoga Española, pude encontrar la estatua dedicada a Franz Kafka. Es una estatua de bronce obra de Jaroslav Róna. La estatua se encuntra justo en la entrada a la Sinagoga Española. Sin duda la más hermosa de las sinagogas del Barrio Judío. Puedo aseguraros que su interior es hermosísimo. La pena es que, como os he comentado con anterioridad, no puede sacar ninguna fotografía. Así que os recomiendo que visitéis el enlace que he incluido para poder admirarlo.


Debajo justo de este párrafo podéis ver la Sinagoga Española. Es evidente la influencia del arte árabe en este edificio. El interior recuerda enormemente las decoraciones de la Alhambra de Granada.

La sinagoga debe su nombre a una comunidad de judíos españoles, que se trasladaron a Praga, huyendo de las persecuciones.


Justo encima, una foto de la Iglesia del Espíritu Santo. Se encuentra en el Barrio Judío pero es una iglesia cristiana. Está muy cerca de la Sinagoga Española y de la estatua de Kafka.

Bueno, y para terminar mi opinión: la zona respira historia y misterio. Praga tiene mucho, muchísimo que ver, así que si vais con poco tiempo, probablemente os diría que esta visita la dejarais para las últimas. Merecen la pena muchas otras zonas, edificios e interiores.

Explicaros, que en cualquiera de los edificios emblemáticos del barrio podréis adquirir los tickets de entrada. Os recomiendo no ir a comprarlos al cementerio, debido a las largas colas que allí encontraréis, si vais a otro edificio o sinagoga, tendréis que esperar mucho menos. Los tickets pueden ser individuales por edificio o bien, podréis adquirir una entrada de visita múltiple, es decir con esa entrada podréis entrar a varia instalaciones.

Espero que os haya gustado.

Un brazo!

Fuentes: El Libro de Oro. Praga (BONECHI - www.bonechi.com)

13 abril 2013

Praga - Puente Carlos


En checo Karlův most, probablemente el monumento más famoso de Praga. Mide alrededor de 500 metros y comunica la Ciudad Vieja (Staré Město) con la Ciudad Pequeña (Malá Strana).

En su recorrido se pueden admirar hasta 30 estatuas de santos, patronos y vírgenes venerados en la época. He decidido empezar por ellas. Como veréis debajo, fotografié hasta 12 de ellas, no porque no quisiera fotografiarlas todas, es que simplemente es muy difícil hacerlo, debido a la cantidad de gente que hay sobre el puente.

Si "pincháis" sobre las fotos podréis ver el nombre de cada una de ellas y un pequeño resumen de lo que representan. Deciros, que la mayoría son réplicas desde 1965 y que las originales se encuentran en el Museo Nacional de Praga y en Vyšehrad, en diferentes museos.


La primera estatua que se añadió en 1683 fue la de San Juan Nepomuceno. Juan Nepomuceno fue tirado al río en 1393 por orden de Wenceslao IV. Fue torturado a muerte porqué se negó a subordinar el derecho religioso a la voluntad del soberano secular negándose a revelar el secreto de confesión de la reina Sofía. En el siglo XVIII fue santificado.

En el lugar desde donde fue arrojado al agua San Juan Nepomuceno se encuentra la estatua con su imagen. Se dice que quien pide un deseo poniendo la mano izquierda en la representación de su martirio (en la base de la estatua), éste le será concedido. Podéis ver debajo, el lugar donde probablemente, más manos humanas se posan en Praga y bajo este efecto, aparece el color dorado original frente al más oscuro generado por el paso del tiempo.

Por cierto, mucha gente posa también la mano sobre la la imagen del perro, pero no es ahí donde se logra conseguir el deseo pedido, sino en la imagen de la derecha (la del martirio) ahí podéis ver al santo arrojado desde el puente, es ahí donde hay que colocar la mano.


La configuración actual del Puente Carlos, se debe a Carlos IV (segunda mitad del s. XIV) quien ordenó su construcción a P. Parler y a J. Ottl. Fue completado a principios del s. XV, reinando ya Wenceslao IV. El transcurso de los años y los aluviones del río Moldava han sometido al puente a duras pruebas, siendo varias veces parcialmente destruido por ejemplo, en 1432 una inundación destruyó tres de sus pilares. En 1496 el tercer arco (contando desde el lado de la Ciudad Vieja) se desplomó después de que uno de los pilares descendiera debido a la erosión en su parte inferior.

El puente está custodiado por dos imponentes torres, una a cada lado. Debajo podéis contemplar la torre del lado de la Ciudad Vieja (Staré Město).


Parece mentira que en solo 10 metros de ancho, se puedan apiñar semejante cantidad de gente, por supuesto los vistantes que a millare pasean sobre el puente. Pero además, allí se pueden encontrar cientos de puestos donde venden fotografías enmarcadas, cuadros pintados a mano, instrumentos musicales, collares, pulseras, vasijas, en fín un largo etcetera de objetos. Todos ellos a precios realmente asequibles a cualquier bolsillo (por supuesto de turistas).

Además, también se pueden observar pequeñas actuaciones musicales, como podéis observar bajo estas líneas. En fin, un bullicioso lugar que a la hora de tomar fotografías puede resultar un poco complicado pero que cuando te paras y comienzas simplemente a observarlo, te quedas ensimismado. Yo podría estar ahí horas, sólo mirando la gente pasar.

Justo debajo de estas líneas, podéis ver otra imagen de San Juan Nepomuceno, rodeado de cinco estrellas, las mismas que habrían aparecido en el agua al hundirse San Juan. Quien coloque allí su mano debe pedir un deseo y el santo también lo concederá. Rodeado de cientos de candados, es otra atracción del puente.


Otro desastre natural de afectó seriamente al puente data de septiembre de 1890, otra inundación de proporciones catastróficas afectó a Praga y causó importantes daños al Puente Carlos.

Cientos de embarcaciones, troncos y otros materiales flotantes provenientes de aguas arriba empezaron a formar una barrera a medida que se apilaban contra el puente. Como consecuencia de la presión ejercida, tres de los arcos del puente fueron derribados y dos de sus pilares colapsaron debido a la erosión generada por el agua. Junto con el quinto pilar, dos de las estatuas construidas por Ferdinand Brokoff (las de San Ignacio de Loyola y San Javier) también cayeron al río. Los trabajos de recuperación duraron dos años (el puente fue reabierto el 19 de noviembre de 1892).

Nos explicaron, en una pequeña travesía en barca que hicimos por el río, que las "fortificaciones" de madera que se encuentran frente a los pilares del puente se construyeron para evitar que los objetos se amontonaran sobre los mismos. Incluso parece ser que enormes bloques de hielo, bajaban por el río e impactaban contra el puente provocando daños al mismo. Porque, aunque no lo creáis el río Moldava llegaba a congelarse, nos mostraron fotografías de gente patinando sobre sus aguas.



Al atardecer, la magia del puente y todo lo que sobre él ocurre, se ven magnificadas por el efecto de las luces anaranjadas mezcladas con el azul casi inadvertido del cielo cubierto de nubes. Es magnífico, hermoso y sin lugar a dudas, te envuelve por completo




Al día siguiente decidí volver para encaramarme hasta lo alto de la torre que se encuentra en el lado de Staré Město (Ciudad Vieja). Desde allí arriba, se pueden obtener imágenes realmente hermosas del puente y del lado de la Ciudad Vieja (Malá Strana), con su Castillo al fondo. Un dato interesante a añadir:

Se dice que Carlos IV participó activamente en el diseño del puente, cuidando hasta el menor detalle. Una de las cosas más curiosas parece ser la fecha y el horario en que comenzó la construcción: en el año 1357, el día 9 del mes 7 a las 5:31 am; Carlos IV, aconsejado por los astrólogos de la corte, habría elegido ese momento preciso por cuestiones de superstición o quizás para que pudiera recordarse fácilmente como una secuencia de números impares capicúa: 1.3.5.7.9.7.5.3.1. De todas formas, no hay certezas en cuanto a la fecha de inicio de la construcción y este momento "mágico" alimenta sobre todo por las leyendas, que las hay por decenas en Praga.


Por último, un par de imágenes de la torre del lado de Malá Strana con la cúpula y la torre de la iglesia de San Nicolás al fondo.

Uno de los cientos de hermosos lugares que se pueden visitar (y se debe) en Praga. Esta es la primera de varias entradas que voy a realizar sobre esta ciudad. Espero que os haya gustado.

Un abrazo!



Fuentes: Praguewelcome.com, Wikipedia.

05 abril 2013

Rothenburg ob der Tauber

Debe su nombre a su ubicación. A una altura casi de vértigo del cauce del sinuoso río Tauber, Rothenburg sobre el Tauber es una ciudad que se conserva exactamente como estaba en la Edad Media. Si no fuera por lo coches aparcados, paseando por sus calles te sientes como retrocedido en el tiempo en varios siglos.

De hecho, las inscripciones en algunas casas, indicando el año de construcción dan una idea de la antigüedad de sus calles y de los edificio que en ellas se encuentran.

El día de nuestra visita estaba muy nublado, afortunadamente no llovió. Por cierto, aconsejo, si tenéis tiempo que paséis al menos una noche y estéis al menos un par de días en la ciudad. Hay mucho que ver y probablemente, un solo día hará la visita un poco exigente debido a las largas caminatas, el pueblo es más grande de lo que a simple vista parece.

Rothenburg ob der Tauber es una ciudad del distrito de Ansbach en el Estado federado de Baviera, Alemania. Hasta el año de 1803 fue una Ciudad Imperial Libre y hoy en día es una atracción turística de fama mundial por su bien conservado centro medieval.

Os preguntaréis que significaba ser una Ciudad Imperial Libre, pues bien; En el Sacro Imperio Romano Germánico, una Ciudad Imperial Libre era una ciudad autónoma gobernada formalmente por el emperador, en comparación con la mayoría de las ciudades en el Imperio, que pertenecían a un Estado soberano del Sacro Imperio y eran gobernadas así por alguno de los muchos príncipes (Fürsten) del imperio, duques o príncipes-obispos.

Las ciudades libres gozaban de un régimen político y jurídico propio, llamado Reichsunmittelbarkeit (que se traduce como inmediación imperial), y también tenían representación propia en la Dieta Imperial del Sacro Imperio Romano Germánico.




Algo de Historia:

En 970 se creó la parroquia de Detwang, hoy un barrio de la ciudad, y a continuación se construyó el castillo de Grafenburg oberhalb der Tauber de donde se origina la designación "ob der Tauber" y que significa "sobre el río Tauber". Este castillo fue destruido por el terremoto de 1356.

La ciudad fue elevada al rango de Ciudad Imperial Libre entre 1170 y 1240. La figura más prominente de la época medieval de Rothenburg fue Heinrich Toppler (ca. 1340–1408), que con su enérgica política y compras de terreno influenció el desarrollo de la ciudad por muchos años después de su muerte.

En 1631, durante la guerra de los Treinta Años la ciudad fue tomada por el conde de Tilly (Maestro de Campo "español", nacido en los Paises Bajos españoles y que comandaba los Tercios Españoles). Este hecho dio origen a la tradicional celebración anual del Meistertrunk (trago maestro), con una pieza alegórica.

Según dice la tradición, Tilly hizo prisioneros a los concejales del ayuntamiento, los condenó a muerte y ordenó que la ciudad fuese quemada. El alcalde de Rothenburg le dio como ofrenda de bienvenida, vino servido en un magnífico y colorido vaso de vidrio de 3¼ litros. Tilly, ligeramente aplacado por el gesto, ofreció respetar la integridad de la ciudad si alguien era capaz de beberse el vino de la jarra de un solo trago. El alcalde, Georg Nusch, se ofreció voluntariamente para el intento, y para el asombro de todos y en particular de Tilly, Nusch procedió a bebérselo de un solo trago, con lo que la ciudad fue salvada de la destrucción.

Después de que las últimas tropas abandonaran la ciudad en 1650, el desarrollo de la ciudad quedó paralizado y Rothenburg perdió importancia. Esta es la razón por la cual los edificios de esta época, en su mayor parte, se han conservado hasta el día de hoy.





En 1803, con la mediatización y secularización del Sacro Imperio Romano Germánico, Rothenburg pasó a formar parte de Baviera. En estos años la ciudad llegó a ser un destino turístico favorito de ingleses y franceses.

Durante la República de Weimar Rothenburg se convirtió en un fuerte apoyo del partido nazi. En las elecciones de 1933 los ciudadanos de Rothenburg dieron a los nazis el 83% de los votos.

El 31 de marzo de 1945 la ciudad fue bombardeada por las fuerzas aéreas de Estados Unidos, lo que resultó en la destrucción del 40% de la ciudad. Sin embargo, las partes más antiguas de la ciudad y sus edificios históricos no resultaron afectados. 


El 17 de abril de 1945, en los últimos días de la Segunda Guerra Mundial, el general Devers del ejército de Estados Unidos dio la orden para que la ciudad fuese atacada por la artillería. La ciudad fue salvada por John Jay McCloy, quien pidió permiso para solicitar la rendición incondicional de la ciudad antes del ataque. La madre de McCloy había visitado Rothenburg antes de la guerra y le había contado de la belleza medieval de la ciudad, por lo que McCloy era reacio a destruirla.

El comandante regional alemán rechazó la oferta, pero el mayor Thömmes, al mando de las tropas de la ciudad, ignoró esta orden y rindió la ciudad.

Finalmente, las tropas americanas la ocuparon el 17 de abril de 1945 y John J. McCloy recibió el título de Honorable Protector de Rothenburg en noviembre de 1948. Tras la guerra la ciudad fue rápidamente reconstruida con donaciones de todo el mundo y se impusieron restricciones al tráfico para preservar su valor histórico y turístico.




Bien, ahora mi descripción particular de lo que vi. la ciudad se encuentra completamente amurallada. La muralla cuenta con un pasillo en lo alto, que es transitable y más o menos protegido de caídas accidentales por una valla de madera. Algunas de las escaleras de acceso a lo alto de la muralla, desde el interior de la ciudad, son realmente inquietantes; lo menciono por que son bastante estrechas, empinadas y en muchos casos no parecen del todo seguras.

Recorrimos gran parte de la muralla desde la que se pueden tomar magníficas fotos de los tejados de la ciudad y de sus edificios más emblemáticos.

Una vez en la ciudad, te das cuenta del objetivo turístico que supone, no en vano, el turismo es la mayor fuente de ingresos de la ciudad. Muchísimos orientales se dan cita en la ciudad; japoneses, chinos por doquier, curioseando cualquier mínimo detalle en el interior de las tiendas y retratándose en todos los rincones posibles.

Todas las casas parecen pintadas de diferentes colores, colores chillones verdes pistacho, rosas fuertes, amarillos limón, en fin un colorido digno de ver.





En definitiva, una ciudad digna de visitarse y pasear por sus calles tan llenas de historias y antigüedad. Por cierto, si venís no dejéis de comer en alguno de los múltiples restaurantes alemanes que hay, la comida, si os ayudan a elegir es maravillosa. Espero que os haya gustado.

Un abrazo!



Fuentes: Wikipedia.